Hace un año

"No longer overwhelmed and it seems so simple now
It's funny when things change so much" (PJ)

Estaba sentado en mi cubículo revestido de azul, era otra tarde nublada de esas que caracterizan a Lima por esta época del año... el Mundial de Fútbol estaba por terminar... Ya era la 1 de la tarde y me disponía a ir a la cafetería para almorzar algo. Mientras tipeaba algo que no recuerdo muy bien, de pronto vi ese sobre cerrado que aparece en Windows cuando te llega un nuevo correo al Outlook. El mensaje era de la que ahora es mi asesora de tesis, diciendo que me habían aceptado al programa que actualmente estudio.

Hasta ese momento la idea de dejar el país parecía bastante lejana, pese a que era algo que quería bastante. Quizá aquel correo era la culminación de un plan B surgido de mi estado de ánimo luego de lo que iba ocurriendo esos meses, pero al ver ese mensaje vi que la posibilidad se había concretado. De pronto pasaron varias cosas por mi cabeza: aparte de los trámites que tendría que hacer, la idea de dejar a la familia, los amigos y la ciudad en tan poco tiempo era de lo más desconcertante. Eso quizá haya mitigado mucho la emoción que implicaba estudiar algo que me gustaba. No recuerdo bien como fue esa semana que siguió, aparte de la felicitación respectiva de los compañeros de trabajo, la cancelación de una salida, un paseo con mi madre a Cieneguilla e intentos fallidos de mi primer jefe para retenerme y "seguir haciéndome más conocido"...

Diecinueve días después estaba cogiendo un avión para venirme aquí. Han pasado varias cosas desde aquel día. De esas hablaré cuando cumpla exactamente un año desde que llegué.

Supermercado

Como durante estas dos semanas estaré en exámenes finales y prácticamente viviré recluido en mi casa, decidí ir a comprar algunas cosas al supermercado. Luego de dar vueltas por los pasillos y ver que ya están rematando algunos implementos de invierno, llegué a la caja. Mientras ponía las cosas en la faja que tienen, la persona que estaba delante mío cogió uno de esos separadores que existen y lo puso entre sus cosas y las mías, mirándome con odio.
Ante esto me pregunto: ¿quizá este individuo tuvo alguna mala experiencia en que le cobraron de más por no haber puesto el bendito separador? O a lo mejor es una de esas personas que valora en exceso "su espacio", pese a estar en algún lugar público... a lo mejor llegará a su casa y se desinfectará. Quien sabe. El hecho es que yo no suelo usar esas cosas, me parecen en cierta forma inútiles. Después de todo, muchas veces la cajera te preguntará si lo que sigue es tuyo o las otras personas también protegerán que sus cosas no sean registradas junto con las tuyas.
Eso fue todo... regresaré (si el tiempo lo permite) en unos días.

El Paraguas

Ayer comenzó oficialmente el invierno. Por estas latitudes la gente anda más abrigada que de costumbre, con paraguas en mano y de pronto para en alguna esquina a comer su sopaipilla.
Pero cuando llueve, la gente de pronto se refugia en sus casas y las calles se despueblan salvo por algunos masoquistas o necesitados que deben salir o quizá desean regresar a sus casas lo más rápido posible. El caso es que llevo aqui ya regular tiempo... y hasta ahora el maldito paraguas se me sigue volteando cada vez que llueve y el viento sopla con fuerza (de hecho ya se me rompió uno el año pasado)... En mi desesperada búsqueda por que ello no volviera a sucederme y repetir un espectáculo decadente mientras trato de acomodar el paraguas en su posición original y termino empapado, encontré las "normas de protocolo y etiqueta para llevar un paraguas".
De tan interesante lectura, descubrí que debo ceder el paraguas a las personas mayores, sacudirlo antes de entrar al metro o una micro, no abrirlo dentro de una casa y que debo llevarlo cual lanza de caballero con la punta hacia abajo cuando camine por la calle si es que no quiero sacarle el ojo a un eventual transeunte. Luego de haber aprendido tantas cosas innecesarias que como cuando se lee Cosmopolitan (o la interesantísima revista "Tú"), decidí cerrar el navegador y seguir meditando en la forma de que no se voltee la próxima vez que llueva y corra viento. Ya van tres horas y aun no encuentro la forma... la pregunta es... ¿algún día lograré usarlo como se debe? Los mantendré informados.

Gripe Aviar

La gripe aviar me destruye lentamente... :-)
((Aunque en realidad es más fácil ganarme la lotería que contagiarme de dicha enfermedad... por si acaso seguiré tomando mi vitamina C))

Mientras espero que se me pegue alguna de esas enfermedades raras en medio del frío invernal, disfrutaré del siguiente comercial:

En mi cabeza

Seguiré tocando nuestra canción favorita
Subiré el volumen mientras no estás
Es todo lo que tengo mientras estás en mi cabeza, y como estás en ella lo seguiré haciendo.

Apúrate y espera para siempre.



(gracias reinas de la edad de piedra)

Desventura Culinaria

Me disponía a preparar algo para cenar luego de un arduo día de estudio y trabajo (ver mi ajetreada vida en posts anteriores). Tiré un pedazo de carne a la sartén de teflón y me fui a ver TV mientras esperaba que se cocine... luego de un momento fui a la cocina para voltear la carne y hacer que se cocine el otro lado. Iluso yo, no me percaté que había dejado la cuchara (que era de plástico) pegada a la sartén (que era de metal). Cualquier persona racional sabe que el calor puede derretir el plástico, y como el metal es un buen conductor del calor... en fin... el caso es que reparé en ello cuando comencé a oler a plástico quemado y ver la cuchara derretida y en parte fusionada con el metal de la sartén. De más está decir que la carne estaba incomible y tuve que botarla, igual que la cuchara. El tema es que, como era de noche y con el frío que ahora hay, abrir las ventanas para que se fuera el humo era casi impensable. Ni el neutralizador de olores que le apliqué funcionó. Finalmente me acostumbré al tóxico aroma y tuve que hacerme un huevo frito: eso sí, vigilando la sartén para evitar que se vuelva a repetir ese hecho tan patético.

Renuncia

Fue sencillo después de todo. Luego de 7 meses de andar trabajando en una empresa X, terminé mi relación de trabajo con ellos... al menos temporalmente. Durante el último mes estuve con varias dudas respecto de si seguir o no en alguno de los dos trabajos (andaba medio colapsado) y la posible reacción de mis jefes. Incluso pensé en que podrían hablarle mal de mi a uno de los miembros del comité de tesis (que al final fue quien me dio el dato)... pero al final me decidí por el que tenía más que ver con investigación (si, soy un nerd). El viernes terminé de decidirme por este último trabajo luego que me ofrecieran explícitamente apoyo en mis planes de doctorado. Además, es más divertido estar ahí.
He de destacar que la conversación de ayer fue bastante civilizada. Por eso lo de "temporalmente", dado que ellos quieren seguir contando con mi apoyo para futuros proyectos a partir de Diciembre. Lo importante de ésto es que podré dedicarme full a otros proyectos que tengo, lo cual incluye la tesis, el otro trabajo y las publicaciones que de él puedan salir.
Al parecer aun vivo con esas malas experiencias en las que quise renunciar (hace 3 o 4 años) pero al final no me dejaron hacerlo porque "tenía que terminar los proyectos" y cosas por el estilo. Pero al menos ayer di el primer paso para dejar esas tonterías de lado y ver que puedo decidir sobre mis actos.

Bim Bam Boom

Pensaba dedicarle un post al perrito de los comerciales de Lipigas... pero creo que esto es mucho mejor. Este clip pertenece a una película llamada Forbidden Zone (1980). Es una película realmente bizarra, con cosas que parecen carecer totalmente de sentido (bueno, realmente carecen de él): una chica que habla como Eliane Karp cae a la sexta dimensión donde un ser extraño con orejas de Mickey Mouse (TM) canta una canción que parece ser cubana con dos boxeadores al fondo... y luego ella sale bailando con un hombre-sapo al que besa... creo que tendré que ver toda la película. De vez en cuando es bueno salirse de la racionalidad.



PD: Si alguien sabe de quien es esa canción, hágamelo saber.

Demasiada Presión

No, no es porque tengo que hacer 100 mil cosas antes que termine el semestre y pq mis horas de sueño se han visto reducidas. La música de los Cadillacs siempre me gustó: de hecho, eran infaltables en las fiestas las archiconocidas Mal Bicho y Matador. Sin embargo, fue a partir de un especial en Radio América luego de mi primera borrachera en 1997 que comencé a escuchar otras canciones de ese grupo... bueno, luego se separaron y por consiguiente dejaron de pasar su música y esta cayó en el olvido (para mi también). Pero desde que vine a estudiar comencé a escucharlos nuevamente, quizá como subproducto de mi repentino tiempo libre o porque estoy a pocas horas de Argentina... quien sabe. El caso es que hace unas semanas encontré esta canción con la cual me sentí identificado...



Tomaste el vaso aquel
Aquel que no debes tomar
Saliste a caminar
Y decidiste irla a buscar
Mil veces y una más
Juraste no volverla a ver
La fiesta terminó
Ya no podés tenerte en pie
Esta noche es hora de que pienses en cambiar
El tiempo pasa pronto y todo tiene su final
Pasa, pasa, pasa, pasamé un vaso más
Volvamos caminando pero elijamos el lugar
Noche de calor en la ciudad
Ella te dejó y todo sigue igual
Mil veces y una más juraste que ibas a crecer
Y solo una vez más
Creciste hasta morir sin ver
La fiesta terminó no te pudiste controlar
Mil golpes y uno más
La noche te volvio a pegar
Esta noche es hora de que pienses en cambiar
El tiempo pasa pronto y todo tiene su final
Pasa, pasa, pasa, pasamé un vaso más
Volvamos caminando pero elijamos el lugar
Noche de calor en la ciudad
Ella te dejó y todo sigue igual
Quisieras volver el tiempo atrás
Pero lo que vuelve es esta noche y nada más
Noche de calor en la ciudad
Quisieras volver el tiempo atrás
Esta noche es hora de que pienses en cambiar
Pasa, pasa, pasa, pasamé
Esta noche es hora de que pienses en cambiar
El tiempo pasa pronto y todo tiene su final
Pasa, pasa, pasa, pasamé
Esta noche es hora de que pienses en cambiar
Pasa, pasa, pasa, pasamé
Esta noche es hora de que pienses en cambiar

Día 4 en Lima - de vuelta a SCL

El último día en Lima fue bastante tranquilo. Luego de la reunión en el depa de un amigo donde nos quedamos conversando sobre las glorias pasadas llegué a mi casa a las 5 de la mañana. Ver la ciudad vacía con esa neblina que suele envolverla en las noches de otoño era una sensación que extrañaba. El último día la pasé en casa terminando mi tarea y una presentación que tenía que hacer en Santiago al día siguiente. Nada en especial, aunque he de confesar que esta vez me costó un poco irme. Quizá el mes que me quedé en Diciembre haya sido demasiado largo (al final terminé aburrido), pero los 4 días que estuve fueron pocos... de hecho no pude ver a toda la gente que quise haber visto ni hice todo lo que tenía planeado. Sin embargo, tengo que hacerme la idea que el tiempo de las visitas se irá acortando, mientras que el intervalo entre las mismas se alargará. Quien sabe...
Otras dos cosas que pasaron por mi mente fueron que el ir al aeropuerto a despedirme ya dejó de ser un evento extraordinario. No es por quejarme, pero esta vez nadie fue a despedirme con un pañuelo rojo como el pato del messenger (aunque sé que mi madre tenía uno listo). La otra cosa es que, mientras el radar de Buenos Aires siga malogrado, aconsejo no viajar en Gol (a menos que estén dispuestos a quedarse un par de horas de más en el aeropuerto).