lunes, 16 de julio de 2007

Día 1 (Parte 3): De MIA a MCO

(Notas: (1) MCO = Orlando (2) Este post puede ser considerado políticamente incorrecto por algunas personas sensibles)
Luego de tan amable conversación con el agente de migraciones, me dispuse a recoger mi equipaje y salir por Aduanas. En anteriores oportunidades que estuve por acá me preguntaban de donde venía y al decir "Perú", me hacían pasar por la línea de puntitos rojos a que me revisaran el equipaje para encontrar contrabando, droga, bombas o RPG y por poco más me hacían un chequeo médico para ver si no era un portador de la gripe aviar, la enfermedad de la vaca loca o alguna otra que la población de aquí teme contraer (cuando al final se mueren de alguna enfermedad coronaria por comer 6 de 7 veces a la semana en Mc Donald's y tienen que enterrarlos en ataúdes talla XXXXXXL). Esta vez, sin embargo dije que venía de SCL y me dejaron pasar sin mayores problemas por la línea de puntitos verdes. Raro, muy raro.
Pasar de los 12ºC de SCL a los 30ºC de MIA es una experiencia poco agradable. Eso se agrava cuando le sumas la humedad... es terrible. Luego de que un hindú me llevara en un taxi y me dijera "musshas grracias seniorrr", me bajé en la estación de buses que sirve a la comunidad afroamericana, latina y un 1% de blancos desde 1914: Greyhound Bus Lines.
Dado que había hecho mis cálculos de salida del aeropuerto de Miami tomando en cuenta que sería examinado para descartar la presencia de gripe aviar, aparecí en la estación una hora antes de lo planeado. Compré mi ticket (que salía 3 horas antes de lo planeado) pero no tenía monedas para avisar que llegaría más temprano a mi destino final. Acostumbrado ya a que me pasaran por detectores de metales (iban ya 5 veces) subí al bus. En la parada principal (una gasolinera en medio de la nada en Ft. Pierce - 30% de pobres), compré algunas chucherías esperando que en el vuelto me dieran algunas monedas para poder llamar. Si bien las conseguí, el monto para obtener una cantidad razonable de minutos para conversar era mayor al monto, asi que solo pude hablar 15 o 20 segundos, tiempo de por sí insuficiente para poder decir más que un "Hola".
Llegué a MCO a las 3 AM, 21 horas después de haber tomado el transfer en Santiago. Como no había nadie esperándome, me entretuve resolviendo un Sudoku que felizmente había en el diario del avión. Si me pongo a pensar bien es como una imagen de película: estar sentado en una estación de bus semi vacía con "Hotel California" de música de fondo y la poca gente que estaba con casi tanto sueño como yo. Llegaba un bus y la gente bajaba y esperaba hacer transbordos que los llevarían a otros destinos para quizá encontrarse con su familia, un nuevo trabajo, o quizá huyendo de algo... quien sabe.
Para que tengan una idea, aquí una visión de una estación de Greyhound a las 5 AM (no es precisamente Orlando, pero para que vean lo aburrido que es):

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