lunes, 24 de diciembre de 2007

Lima luego de año y medio

Luego de tener varios días bastante frenéticos en Santiago, llegué a Lima hace semana y media. A diferencia de otras oportunidades en las que me quedé por pocos días, esta vez he aprovechado para vagar alrededor de la ciudad en lugar de quedarme en 3 o 4 distritos. Conforme voy paseando por la ciudad me doy cuenta que varias cosas han cambiado: hay edificios por todas partes, el tráfico está cada vez peor, los taxistas son más reacios a querer llevarte a algunas partes de la ciudad y gracias a los nuevos centros comerciales la gente parece estar más consumista que nunca: algunos dirían que este comportamiento un símbolo del supuesto crecimiento que ahora experimentamos, pero yo discrepo con eso. La verdad no me parece crecimiento comprar un par de almohadas o un pollo a la brasa para tener que pagarlo en 36 cuotas.
No sólo la ciudad ha cambiado: en varias conversaciones con mis amigos me he dado cuenta que poco a poco han ido perdiendo ese afán en ocultar sus ingresos y su situación económica. Hace año y medio era casi un tabú mencionar o preguntarme cuánto dinero haces mensualmente, mientras que hoy parece lo más normal del mundo. Sin embargo, esta aparente bonanza, que también se expresa en la ropa que visten, los licores que toman y los sitios que frecuentan, se contrapone a las dudas que llevan por dentro. Frases como "no sé que hacer con mi pu*a vida" o "debo sentar cabeza" fueron comunes. Otra con la cual me sentí muy identificado fue: "el PhD es el fin o el medio?" Pensé que era el único que pensaba eso de quedarse con una maestría y no aguantar 5 años para conseguir un doctorado que no necesariamente te asegurará mayores ingresos, pero no es así.
Sin embargo, pese a las dudas existenciales y a los cambios que he podido apreciar a lo largo de la ciudad había algunas cosas que estrañaba y al final pude hacer, como caminar por el malecón y poder contemplar el mar (en Santiago hay que viajar casi 2 horas para poder hacerlo, aquí demoro poco más de 15 minutos caminando), o tomar un par de tragos con los amigos de años atrás hablando tontería y media. Quizá las salidas y el contemplar el mar puedan servir para dejar de lado las decisiones importantes con la excusa de que siempre habrá tiempo para tomarlas: que volver a Perú, quedarse en Chile o ir a otro país, que hacer otra maestría o ir por el PhD, comprar un departamento o no, sector público o privado, etc., etc.... Son tantas que lo más fácil es dejarlas de lado, pero hay que dejarse de cojudeces y tomarlas de una vez. Espero que para el 2008 tenga varios de esos puntos ya saldados.

domingo, 2 de diciembre de 2007

El Final

Luego de varios meses en los que cambié radicalmente mis hábitos, las horas de sueño se redujeron notablemente y aprendí muchísimas cosas, tanto académicas como extra académicas, el viernes egresé del Magíster. De esa fría mañana de Julio en que llegué por primera vez a la Universidad y esa calurosa mañana de Noviembre en la que salí de mi última prueba ha corrido muchísima agua bajo el puente. Ponerme a ennumerar cada cosa que me pasó sería ocioso y hasta redundante (algunas cosas ya están escritas aquí). Sólo debo decir que el que entró en Julio no es igual al que se fue en Diciembre y que estos meses en Santiago no los olvidaré en muchísimo tiempo: podría arriesgarme a decir que, luego de mi época de colegio, este tiempo fue uno de los más entretenidos de mi corta existencia.
Ahora me pregunto ¿cuál es el siguiente paso?... Lo meditaré con calma una vez que esté de vuelta en Lima por fiestas. Mientras tanto me dedicaré a relajarme (y seguir trabajando...). Creo que me merezco este descanso.

martes, 20 de noviembre de 2007

La Sarita

Luego de haber agonizado con la letra de esta precoz defensora de la lactancia materna, opté por mostrarles lo que a mi parecer es uno de los mejores grupos de música en el Perú: La Sarita. La fusión de los distintos ritmos que caracteriza a su música me parece espectacular y, a mi parecer, refleja un poco la mezcla de culturas que caracteriza y sigue influyendo a los peruanos de hoy.

Guachiman



Vida Pasajera



Carnaval





Equivocación

Finalmente, los señores del clima se equivocaron nuevamente y hoy no hizo tanto calor como ayer... creo que dejaré de creer ciegamente en cualquier tipo de pronósticos (pese a que en algún momento de mi vida me gané los frejoles haciéndolos).

lunes, 19 de noviembre de 2007

Sorpresa

Llegando a la casa entré a mi computador y vi esto en la barra del navegador...


Nunca había visto el bendito termómetro. Al parecer mañana será un día muy caluroso...

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Dudas

Durante casi una semana estuve meditando acerca de una "interesante oportunidad", citando a la persona que me la envió. Básicamente, implicaba volver a cambiarse de país para trabajar en un entorno completamente internacional: dejaría de hablar en chileno para hablar en "español estándar" o fácil hasta en inglés todo el día. Encima hasta buscan a alguien con un perfil casi igual al mío.
Esto se juntaba con el hecho que en diciembre acabo mis estudios, con lo cual siempre existe cierta incertidumbre respecto a qué rumbo tomar: podría quedarme trabajando aquí un año más para luego intentar irme al PhD de nuevo, volver al Perú a ser flagelado por mi antiguo jefe, o intentar probar esta última alternativa, donde me pueden esperar a que sustente la tesis (e irme al PhD también). Esta alternativa tiene sus pros y contras, como casi todo en esta vida. Pero luego de año y cuatro meses, puedo decir que, pese a todo, estoy comenzando a apreciar más estar aquí, y tengo dudas sobre si realmente quiero pasar por un nuevo proceso de adaptación en tan poco tiempo. Además, no me gustaría dejar de lado las relaciones que he ido construyendo (a eso vine) para mandarme a mudar tan alegremente.
Por otro lado, pensé que estar ahí iba a ser una experiencia muy interesante en todos los aspectos y se vería excelente en mi CV, además que me abriría muchas puertas para el PhD también. Así que una vez más estoy en esta disyuntiva. Mi principal preocupación era el dejar de lado la relación que tengo con mis asesores... este es un tema muy político y uno debe quedar bien. Además, estando aquí sería mucho mejor pedir las recomendaciones necesarias.
Luego de mucho meditar, finalmente opté por quedarme aquí. Prefiero fortalecer las relaciones que tengo aquí en lugar de tener varias que sólo llegarán a un nivel superficial. Ahora viene mi siguiente objetivo: buscar un lugar para pasar el año que viene.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Retro

Desde hace un par de meses, más o menos, me he puesto retro: primero fue mi renovada afición por los juegos de computadora o el Atari. Dejé de lado los juegos modernos que requieren cantidades industriales de memoria de video e instalé un emulador de DOS en mi notebook para jugar y recordar los 80. Es curioso como la sofisticación de los juegos con mp3 incorporados dan paso a ese sonido tan artificial del PC speaker... aquí el comercial de Pole Position:



Luego, a raíz de un video que encontré por ahí, me interesé súbitamente en aquellas películas de la década de 1970 que no tenían mayor argumento que mezclar escenas violentas y mujeres sensuales con escasas prendas. Escenas sin sentido recreadas genialmente por Tarantino y Rodríguez en Grindhouse:



El fin de semana voy a una tienda y encuentro poleras con logos que bien podrían ser de los 70 u 80 (a que no saben en qué año fueron los juegos olímpicos celebrados Sapporo). Así comprendí que al parecer no soy el único que sufre de esta fiebre por recordar décadas en las que muchos de los que siguen esta moda ni siquiera habían nacido (me incluyo para lo de los 70s).
Al parecer los "genios" del marketing vieron que el grupo de gente que fue adolescente en los 80s ahora tiene poder adquisitivo y puede darse el lujo de recordar más intensamente esa época. Por ello, surgen todo tipo de productos orientados hacia ellos: desde ropa hasta bares de los 80, pasando por las susodichas radios que tocan todo el día 4 o 5 canciones de esa década.
Personalmente, yo no tenía ni 10 años cuando terminaron los 80, así que recuerdo vagamente esos tiempos. Pero es curioso como puedo sentir cierta atracción por esas épocas en las que ni siquiera tenía uso de razón. En fin, supongo que será algo transitorio.
Aunque cuando llegue la moda retro de los 90s, no dudaré en comprar mi camisa de franela de cuadritos e ir a un bar donde toquen aquella música de esa época: