Durante casi una semana estuve meditando acerca de una "interesante oportunidad", citando a la persona que me la envió. Básicamente, implicaba volver a cambiarse de país para trabajar en un entorno completamente internacional: dejaría de hablar en chileno para hablar en "español estándar" o fácil hasta en inglés todo el día. Encima hasta buscan a alguien con un perfil casi igual al mío.
Esto se juntaba con el hecho que en diciembre acabo mis estudios, con lo cual siempre existe cierta incertidumbre respecto a qué rumbo tomar: podría quedarme trabajando aquí un año más para luego intentar irme al PhD de nuevo, volver al Perú a ser flagelado por mi antiguo jefe, o intentar probar esta última alternativa, donde me pueden esperar a que sustente la tesis (e irme al PhD también). Esta alternativa tiene sus pros y contras, como casi todo en esta vida. Pero luego de año y cuatro meses, puedo decir que, pese a todo, estoy comenzando a apreciar más estar aquí, y tengo dudas sobre si realmente quiero pasar por un nuevo proceso de adaptación en tan poco tiempo. Además, no me gustaría dejar de lado las relaciones que he ido construyendo (a eso vine) para mandarme a mudar tan alegremente.
Por otro lado, pensé que estar ahí iba a ser una experiencia muy interesante en todos los aspectos y se vería excelente en mi CV, además que me abriría muchas puertas para el PhD también. Así que una vez más estoy en esta disyuntiva. Mi principal preocupación era el dejar de lado la relación que tengo con mis asesores... este es un tema muy político y uno debe quedar bien. Además, estando aquí sería mucho mejor pedir las recomendaciones necesarias.
Luego de mucho meditar, finalmente opté por quedarme aquí. Prefiero fortalecer las relaciones que tengo aquí en lugar de tener varias que sólo llegarán a un nivel superficial. Ahora viene mi siguiente objetivo: buscar un lugar para pasar el año que viene.
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