martes, 23 de octubre de 2007

Saliendo

Desde que regresé de Colombia estuve con una ligera molestia en la espalda, a la que no presté mayor importancia. La semana pasada la cosa se hizo más molesta, por lo que tuve que ir al doctor, quien casi me pega por no haber ido antes. La razón: un absceso bastante grande y desagradable, del cual salieron cosas que no imaginaba que podían haber dentro de mi. Felizmente el problema ya pasó, pero no voy a poder hacer esfuerzos físicos para que el pequeño orificio que quedó cierre bien (dos semanas más).
Moraleja: no dejen pasar asuntos de salud por más trabajo que tengan que hacer.

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