La última semana estuve de vacaciones con motivo de las fiestas patrias. Por estos días, los chilenos reviven las tradiciones típicas y celebran a lo grande. Aprovechando que en este año el feriado fue de 5 días, mucha gente salió de Santiago (casi millón y medio de personas) y los que no, seguramente hacen asados o asisten a las fondas a comer, tomar, jugar y bailar (he de reconocer que a lo largo de esos días desarrollé un particular gusto por la chicha, los anticuchos y el pebre). Para que tengan una idea de lo mucho que se come, comentando con unos amigos chilenos, si midieran el peso y el colesterol de la población antes y después de las fiestas, la diferencia sería, sin lugar a dudas, positiva y muy significativa. Sin embargo, no todo es comida: en estas fondas se desarrollan juegos típicos, sobre todo para los niños, como son los volatines (cometas), el palo encebado y el pintoresco correteo al chancho. Además, no faltan los organilleros y chinchineros, en algunos lados hay rodeos y los adultos bailan cueca.
Salvo los viajes, el hecho de tener celebraciones colectivas en espacios públicos con motivo de las fiestas patrias es algo que en Perú debería aprenderse: la última vez que estuve ahi noté algunos intentos de hacer algo de eso, que espero mejore en los años que vienen. En cuanto al baile... ahi el tramo a recorrer aun es muchísimo mayor.
De más está decir que aproveché para relajarme mucho y poder afrontar mejor las semanas que vienen, ya que van a estar muy movidas. He aquí lo que me espera en los días que vienen:
1. Con unos compañeros de trabajo hicimos un trabajo que tiene que exponerse este jueves en Reñaca (al norte de Viña del Mar, para los que no conocen).
2. Otro trabajo fue aceptado para ser expuesto en Bogotá de aquí a dos semanas, así que me voy para allá.
3. Al parecer unos profesores me recomendaron bien y eso me valió un puesto de asistente de otra profesora de aquí. Es un proyecto más o menos corto y la paga no es mucha, pero es más de lo que ganaba cuando era asistente allá y lo más importante son los contactos que pueda hacer en estos meses.
4. Además, sigo haciendo clase y trabajando.
Aprovechando mi viaje a Colombia, estaré nuevamente unos días en Lima. La situación política está movida ahi, dado que al fin llevaron a Fujimori para que responda a las acusaciones en su contra. Al enterarme de que la extradición había sido concedida el viernes me volví a preguntar: ¿por qué estoy en contra de Fujimori? Era un tema que había olvidado durante mucho tiempo. Recuerdo que salí a protestar en el año 2000 de tanta indignación que sentía. La razón por la cual salí a la calle en ese entonces no fue por el tema de los asesinatos en La Cantuta y Barrios Altos, ya que en ese tiempo tenía 10 u 11 años y no era plenamente consciente de lo que pasaba. Mi enojo fue por manejo de la población más pobre con la excusa de la ayuda social y el embrutecimiento progresivo de la gente con el manejo absoluto de los medios de comunicación y los contenidos deplorables que ahí se transmitían, de cómo en el Canal 10 del cable se justificaba lo injustificable o de cómo un individuo quería quedarse 5 años más en el poder para hacer sabe Dios que cosas más. Es una lástima que no se le juzgue por cómo manipuló y contribuyó más a la desculturización de la gente de menores recursos. Eso, a mi parecer, es un crimen muchísimo más grave que haber asesinado a un grupo de personas.
Salvo los viajes, el hecho de tener celebraciones colectivas en espacios públicos con motivo de las fiestas patrias es algo que en Perú debería aprenderse: la última vez que estuve ahi noté algunos intentos de hacer algo de eso, que espero mejore en los años que vienen. En cuanto al baile... ahi el tramo a recorrer aun es muchísimo mayor.
De más está decir que aproveché para relajarme mucho y poder afrontar mejor las semanas que vienen, ya que van a estar muy movidas. He aquí lo que me espera en los días que vienen:
1. Con unos compañeros de trabajo hicimos un trabajo que tiene que exponerse este jueves en Reñaca (al norte de Viña del Mar, para los que no conocen).
2. Otro trabajo fue aceptado para ser expuesto en Bogotá de aquí a dos semanas, así que me voy para allá.
3. Al parecer unos profesores me recomendaron bien y eso me valió un puesto de asistente de otra profesora de aquí. Es un proyecto más o menos corto y la paga no es mucha, pero es más de lo que ganaba cuando era asistente allá y lo más importante son los contactos que pueda hacer en estos meses.
4. Además, sigo haciendo clase y trabajando.
Aprovechando mi viaje a Colombia, estaré nuevamente unos días en Lima. La situación política está movida ahi, dado que al fin llevaron a Fujimori para que responda a las acusaciones en su contra. Al enterarme de que la extradición había sido concedida el viernes me volví a preguntar: ¿por qué estoy en contra de Fujimori? Era un tema que había olvidado durante mucho tiempo. Recuerdo que salí a protestar en el año 2000 de tanta indignación que sentía. La razón por la cual salí a la calle en ese entonces no fue por el tema de los asesinatos en La Cantuta y Barrios Altos, ya que en ese tiempo tenía 10 u 11 años y no era plenamente consciente de lo que pasaba. Mi enojo fue por manejo de la población más pobre con la excusa de la ayuda social y el embrutecimiento progresivo de la gente con el manejo absoluto de los medios de comunicación y los contenidos deplorables que ahí se transmitían, de cómo en el Canal 10 del cable se justificaba lo injustificable o de cómo un individuo quería quedarse 5 años más en el poder para hacer sabe Dios que cosas más. Es una lástima que no se le juzgue por cómo manipuló y contribuyó más a la desculturización de la gente de menores recursos. Eso, a mi parecer, es un crimen muchísimo más grave que haber asesinado a un grupo de personas.
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